Llegó la primera victoria de la temporada. Importantísima victoria ante un rival llamado a pelear por altas cotas. Tenemos que hacer de O Coto un fortín y ya se puso la primera piedra. Un equipo que aspira a estar en los primeros puestos de la clasificación ha de hacer de su estadio su principal fuente de puntos.
El camino no va a ser fácil, nadie lo ha dicho, pero el partido ante la SD Pol marcó el verdadero camino a seguir. Y no es otro que el mostrado en la segunda parte.
De hecho, de la primera mitad poco se salva. Pocas conclusiones se pueden sacar. Sólo una: sin intensidad, sin ir a por todas en todos y cada uno de los partidos de la temporada se conseguirá nada. Desde el inicio. Asi de simple.
La primera parte fue de claro dominio visitante. Lo mejor, al descanso, fue el resultado (0-1). Pudo ser mucho más amplio. Sin embargo el gol de los de Mosteiro llegó, quizálls,en la ocasión que menos lo esperábamos. Un disparo de falta, aparentemente sin peligro, lejano, se coló en nuestra meta. La SD Pol siguió creando peligro. Nuestro repliegue defensivo era deficiente. Cada saque en largo de Alberto era una ocasión. De hecho uno de ellos se fue al larguero. Antes del descanso el conjunto polense nos perdonó la vida en un saque de esquina. El córner fue cabeceado por Ferre quien, sólo en el punto de penalti, la mandó arriba. Se lamentaba. Quizás ahí estaban los tres puntos.
La segunda parte mostró lo que todos queremos ver. Compromiso y amor propio. Voluntad para corregir errores pasados. Lo que se mostró desde el primer minuto..
En dicho primer minuto combinaron Pablo, Zeus y Kiños en zona de tres cuartos, prácticamente al borde del área visitante, el balón llegó a Brais que ante la salida del portero Alberto la envió arriba. Nuestra SD mostraba sus credenciales. Quería remontar. El gol del empate llegó a los 3 minutos de juego del segundo período. Una falta sacada de forma magistral por Gally fue rematada de cabeza por Adri en el segundo palo ante la salida en falso del portero polense. Para remontar hacía falta también esa dosis de suerte, en el sentido de encontrar el gol pronto y se tuvo. La suerte no viene del cielo. Hay que buscarla y se buscó. Hay que merecerla. Y se mereció.
El partido giró, a nuestro favor. Habíamos empatado pronto y teníamos toda la segunda mitad para conseguir la victoria. La SD Pol probablemente se acordaría en ese momento de las ocasiones que había dejado escapar en el primer período.
Curiosamente, en una de nuestras peores facetas, siguieron llegando las ocasiones a nuestro favor. A balón parado. Esta vez fue Juan quien no llegó de cabeza a una falta sacada con muchísima intención por Kiños. Poquísimo después Dani Cobo tuvo el gol muy cerca tras una salida en falso de Alberto. Intentó la vaselina y cuando el público cantaba gol el esférico salía fuera por poco. La hinchada se desesperaba.
Zeus también lo intentó. Con un centro chut desde banda derecha que se fue al larguero. El gol tenía que llegar, el dominio era claro y reconocible. Y llegó. Y, de nuevo, a balón parado. Un saque de esquina fue despejado mal por Alberto, una segunda bola llevada al área fue, otra vez, rematada de cabeza por Adri. Doblete. Teníamos el partido donde queríamos. Habíamos conseguido la remontada, que habíamos buscado, que nos habíamos merecido, a tenor del fútbol mostrado en la segunda mitad.
Ahora había que matar el partido. Coger el balón y tocar. Debutó con la elástica azul David Riveira con la misión de pelear arriba balones y dar un respiro al equipo ante el previsible acoso de los de Mosteiro. Lo hizo. Forzó varios saques de banda que nos vinieron muy bien.
De todas formas el conjunto de la comarca de Meira tuvo una ocasión clarísima para conseguir el empate. Un disparo lejano no fue atrapado por José Ramón y el rechace, en boca de gol, fue enviado fuera. A escasos centímetros de la línea de gol. Respiramos. Muy hondo.
Tras un largo tiempo de descuento aplicado por Josep Hernández Mouzo llegó la primera victoria. Necesitada tras el traspié de O Cembedo en la primera jornada.
Próxima parada: O Ventiño. Goiriz. Sede de disgustos en las últimas temporadas. Con intensidad y trabajo se conseguirá revertir la situación esta temporada.
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