miércoles, 17 de octubre de 2012

Solvencia

Suman los nuestros una nueva victoria. Ya es la cuarta consecutiva y lo que es más importante, los nuestros suman 270 minutos sin encajar un tanto. La sensación es que se ha dado un paso adelante, que estamos ante un equipo más maduro, más solvente, con más experiencia. Pero todavía queda un mundo y hay que ir partido a partido. Sin marcarse metas ni objetivos. Seguir trabajando con ilusión y tranquilidad. 

En un campo en el que históricamente hemos conseguido buenos resultados nos presentábamos con el objetivo de seguir en la misma línea mostrada en los últimos partidos. En una tarde fresca pero soleada las cosas se pudieron poner bien desde muy temprano pero el árbitro no observó un penalti que todos vimos. Incluso reconocido ante nosotros por el preparador local. Un error grave. Pero lo peor no es eso. Lo peor es la imagen de indecisión en cada una de sus acciones, la sensación de que solo hay que pedir para que el árbitro actúe. Sin ningún tipo de personalidad. Nada nuevo. Nada que no hayamos visto ya. Nada nuevo en la categoría. Lamentablemente. 

Los azulones fueron superiores desde el principio hasta el final.  desde el inicio empezamos a mostrar nuestras cartas. En torno al balón, nuestro mejor aliado, gira nuestro juego. Sin embargo, el primer gol llegó en una faceta a la que le estamos sacando partido mucho en los últimos tiempos y que es básica en esta categoría: el balón parado. Chefo (¡cómo las pone!) la botó y Pedro, elevándose por encima de todos, la alojó en las mallas locales.
De ahí al descanso el dominio visitante se acentuó. Ocasiones de Payu, de Zeus y de Chefo, que, de tiro libre, casi la pone en la escuadra. El juego visitante era tan superior que los de Xermade sólo vieron una solución: endurecer el partido. Y, en estas labores, en el conjunto verde, hay un maestro. Luis Estiwan. Una entrada muy peligrosa de este sujeto pudo hacer mucho daño a Pablo. Por suerte no alcanzó su objetivo. Con el balón éramos muy superiores, en el juego bronco no íbamos a ganar nada. Ahí radicaba el peligro. Pero aprendimos la lección del año pasado, donde nos perdimos en protestas y protestas. Con el ambiente caldeado se llegó al descanso. Ventaja mínima. Éramos merecedores de una renta más grande.

En la segunda mitad entró Pedro Coria. El mayor peligro ofensivo de los locales. El preparador de los verdes lo envió a la banda izquierda. El duelo con Chano estaba servido.

Los locales apretaron en los primeros minutos buscando el empate pero nunca la SD Ourol temió por el resultado. El peligro llegó por la banda derecha, como ya se ha dicho,  por la banda izquierda, sobre todo en una internada del aludido Pedro que buscó el disparo con la zurda tras desbordar a Chano. El disparo se paseó por el área pequeña. Nunca más se fue de Chano. Nunca más le dejó darse la vuelta al recibir en la línea divisoria.

Nuestra SD esperaba el momento justo para matar el partido. Y ese momento llegó tras una contra de libro, perfecta. Como mandan los cánones. Desmarque de apoyo y pase. Intervinieron Juan en la recuperación del balón, Pablo, David Riveira, Zeus que da el último pase y Payu llegando desde atrás y finalizando suave por debajo del portero. Ahí se murió el partido.

Llegaron los cambios. Brais, Sani, Carlos y Chicha se unieron también al partido junto a David Riveira que había sustituido anteriormente a Chefo. Todos son importantes. Todos deben sentirse importantes. Así llegaremos a buen puerto.

En definitiva, otra victoria que nos afianza en puestos de playoff a la espera del duelo esperado de este sábado en O Coto en el derbi ante el Novas Raíces de Galdo. A seguir.

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