miércoles, 24 de octubre de 2012

Una tarde para recordar

Dijimos en la previa que era un día para subir a O Coto. Dijimos que el que no viera in situ este partido se iba a arrepentir. Dijimos que era de los partidos más grandes que se pueden ver en Tercera Autonómica. Hoy ya nadie puede rebatir estas afirmaciones.

Era el día el que uno de los nuestros (Brais) jugaba su último partido con la elástica azulona. Se nos va a las Islas Británicas donde demostrará todo su talento en el London Utd Futsal. Triunfará. 

Gran entrada en O Coto, tiempo soleado. Era un día perfecto para conseguir la victoria. Sobraban alicientes para ello. 

La primera mitad fue de claro dominio local. Sin embargo, el primer acercamiento de cierto peligro lo protagonizaron los de Trasvias por medio de una internada por banda derecha en la que nuestro guardameta José Ramón estuvo tremendamente acertado al abortar el pase de la muerte con una mano milagrosa. A partir de ahí el dominió local fue muy claro. En primer lugar probó Kiños desde fuera del área, sin consecuencias.
En la siguiente, Chefo casi hace una obra de arte. Acarició la bola en un tiro libre y la envió a la cruceta. Un minuto después, de nuevo, Chefo remató de cabeza, tras no entenderse con Payu sólo en el segundo palo. Cadenas pedía intesidad porque el dominio se acentuaba. En el medio del campo los balones aéreos se luchaban como si fueran los últimos.
El Novas Raíces de Galdo se entregó a su mejor hombre para salir del dominio y construir fútbol. Jose. En una jugada al lado de los banquillos dejó una muestra de su innegable calidad. Rodeado de tres hombres se inventó una ruleta para irse por banda. Sólo pudo ser frenado con falta, de Gally, ganándose la correspondiente amonestación. 
Pero el partido era de claro color azul. Pasada la media hora un centro de Brais, que se fue del lateral cuando y como quiso completando una gran actuación, fue rematado por David Riveira de forma magnífica pero rechazado por uno de los centrales visitantes. 
La siguiente nació de un pase magistral de Chefo que rompió dos líneas del Novas Raíces viendo el desmarque de Payu, habituado a llegar desde segunda línea, que remató al larguero tras un gran despeje de Cadenas enviándola a saque de esquina. O Coto vibraba con el juego de su equipo pero faltaba lo más importante, materializar. 
El córner correspondiente lo puso Chefo y Morán no acertó a despejar introduciendo el balón en su propia meta. Gol. Merecido para lo mostrado por los nuestros.

La alegría iba a durar poco. A balón parado, Jose volvió a demostrar que es la referencia de los de Trasvias. Transformó de falta directa en el minuto 45. Gol psicológico. En una de las pocas ocasiones de gol de los visitantes. El empate era, a todas luces, injusto. 


La segunda parte dejó, en sus primeros instantes, demasiada tensión. Un derbi en liga es acreedor de estas circunstancias. El duelo entró en una fase igualada en la que daba la impresión que podía caer para cualquier lado. Pero nadie se imaginaba que lo haría como lo haría. Un momento mágico. Payu se vistió de Zidane en el Hampden Park y de una volea extraordinaria alojaba el balón en la escuadra izquierda de la meta defendida por Cadenas. Delirio en O Coto. El banquillo saltó de alegría. La hinchada ourolense y la plantilla se fundieron en uno solo. Aquellas personas que no estaban abrazadas a alguien simplemente se limitaban a frotarse los ojos. El partido se tenía que terminar y ahí se terminó. Quedaba un cuarto de hora pero poco más se jugó. El partido se tenía que matar y se mató. Madurez, experiencia y veteranía en estos últimos minutos. Para cerrar un partido perfecto. Para alimentar la ilusión en un proyecto. Para cerrar una tarde para recordar.

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