Buenos primeros minutos de los de Catro Ventos en los primeros minutos asumiendo protagonismo con la pelota, eso sí, una posesión totalmente infructuosa. Poco a poco ese protagonismo fue traduciéndiose en peligro. Un disparo cruzado y, sobre todo, un disparo de Efrén a la salida de un saque de esquina a bocajarro en el que Jose Ramón tapó todos los huecos fueron dos avisos más que serios.
La nuestra no fue menos clara. El más alto de los veintidós protagonistas (Tito), como no, en un córner entró a por todas. Su testarazo fue repelido con serias dificultades por la defensa rossonera. A partir de ese momento el partido fue nuestro.
Los dos equipos saltaron al campo en la segunda mitad dispuestos a llevarse la victoria. La consecuencia fue que el partido se tornó más abierto. Muchos más espacios, un partido de más ida y vuelta y, por lo tanto, más opciones ofensivas para ambos conjuntos.
Lástima que el colegiado que llevamos ya bien visto esta temporada anulase un gol a Juan tras una prolongación en un saque de Jose Ramón. Ahí estuvo el partido. El fuera de juego es más que dudoso. Y todos sabemos lo que dice el reglamento en caso de duda, ¿no?
A pensar en Momán. Es lo único que se puede hacer. Un partido importante. Un victoria reforzaría nuestra confianza y metería distancia con los de abajo. ¡VAMOS SD!
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