domingo, 1 de diciembre de 2013

En cuadro

No eran las mejores condiciones para afrontar un derbi que siempre da que hablar. Un partido que en los últimos años ha adquirido cierta rivalidad.

Nos presentábamos con once jugadores de campo. Sin posiblidad de hacer ningún cambio. Solamente pudo llegar Pablo como "refuerzo" para la segunda mitad. Vamos, un partido de trabajo. De estar bien junto, acoplado, sin conceder, en la medida de lo posible, espacios. 

Fundamental, por tanto, era encontrar la portería rival en primer lugar. Y así se hizo. Tito forzó un claro penalti que transformó Josiño de la misma forma que en A Veiga de Momán, fuerte, a media altura y por el centro.

El gol del empate de los locales llegó poco después. Quizás haber aguantado algo más la ventaja en el marcador habría sido clave para nuestras aspiraciones pero Lander igualó el partido tras una internada por banda derecha a puerta vacía. Se llegó así al descanso casi de forma milagrosa dada la cantidad de opciones de las que gozaron los vicedenses.

En la segunda mitad ya no hubo opciones. Fue totalmente de los rojos que certificaron la victoria con dos goles de Rubén. El primero desde los once metros. El segundo por medio de un excelente disparo raso desde fuera del área. 

Reaccionaron los nuestros en los últimos minutos más con orgullo que con fútbol pero la misión era imposible. A seguir.

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