Decimos adiós a la temporada de forma cruel y, muy probablemente, injusta.
Lo normal es que el árbitro esa noche se fuese a la cama con la conciencia tan tranquila como la de un atracador de ancianas. Pero tenemos serias dudas de eso. Hay cosas que nunca cambian.
Nuestro partido fue completísimo. Presión, intensidad, sin conceder atrás y llegando por ambas bandas y a balón parado. Pero la falta de acierto nos condenó. Eso y un arbitraje sibilino con los contactos a la hora de pelear el balón.
Cuando rondaba el minuto 45 no quiso pitar un penalti tras un error gravísimo de Morán en una pérdida de balón. El agarrón, desde el suelo, lo vio todo el mundo. Ese penalti pudo marcar el ritmo del partido y de la eliminatoria.
Al retirarse los jugadores al vestuario la tensión en los vestuarios fue palpable. Cruce de insultos y empujones. La sangre no llegó al río.
En el segundo tiempo pagamos, como no podía ser de otra manera, el esfuerzo realizado en la primera. Faltó continuidad en el juego. Las pérdidas de tiempo fueron constantes (el árbitro añadión 3 minutos) y las ocasiones ya solamente llegaron a través del balón parado.
Al final no pudo ser y nuestra temporada se terminó. Pero con la cabeza bien alta. Tuteando al rival que le peleó el ascenso al CD Goriz en la eliminatoria final.
El año que viene más y mejor. El equipo se va de vacaciones. Nosotros no. ¡¡ FORZA SD OUROL!!
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