viernes, 16 de enero de 2015

Espesos

Sin lugar a dudas no fue nuestro mejor partido. Tal vez la circunstancia de volver de vacaciones no fue nuestro mejor aliado aunque este argumento (pensándolo bien) no es muy acertado ya que nuestro último partido data del 28 de diciembre. 

Empezamos bien, esa es la auténtica realidad, haciendo nuestro juego y sometiendo al rival, rival situado en las posiciones altas de la tabla. Se acababa de cerrar la taquilla cuando Brais tras una buena combinación se presentó ante la portería de Emilio pero su disparo, al centro, fue rechazado sin excesivos problemas. 

Poco a poco fuimos abandonando nuestros conceptos y entregándonos a los de los visitantes, desordenados por otra parte. A partir de ese momento el partido no fue gobernado por ningún equipo si no por la anarquía. El descontrol absoluto se hizo dominador del duelo. Nuestra contribución: continuos fallos en centros, despejes y controles que comprometieron nuestra portería. La suya, errores en zona de remate. Otro gallo cantaría si alguno de esos balones cogiese porteria. 

La segunda parte tuvo un protagonista claro. Jesús Martín Florez. El colegiado dejó a un lado la pretendida imparcialidad y recordó su lugar de residencia. A partir de ese momento las protestas se sucedieron, las tarjetas solamente recibieron un destino y el partido, lógicamente, se endureció. La patente de corso siempre se agradece. Eso es indudable. ¿La Delegación de Árbitros? Pasando un día tranquilo con sus respectivas familias. 

En estas condiciones (sin nuestro capitán y entrenador para este fin de semana) un punto ante uno de los equipos tiene su mérito. Pero siempre teniendo claro que si hubiésemos estado más finos quizás se hubiere sacado algo más. El próximo partido exigirá el mono de trabajo. En San Lorenzo de Aguiar siempre se sufre. Siempre.

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